Secretos de la noche

Un guardia paso por su lado tan cerca que casi podia rozar la capa que llevaba si alargaba la mano. Espero pacientemente. Otro mas. Y luego otro guardia. Todos pasaban a su lado sin prestarle atencion alguna. En cada esquina, en cada rincon, siempre habia una sombra donde cobijarse esa noche.

Pasaba de un muro a otro con una gracia felina. Sus ropas oscuras y sus botas de cuero desgastado, permitian que el silencio fuese su nuevo nombre. Paso por debajo de un carro de heno que habia en la plaza del mercado evitando asi a dos guardias mas. La idea de colarse en Rostow le habia parecido emocionante a la par de divertida. Atraveso las puertas del sur ocultandose en un pequeño cargamento de vino que llevaban desde el templo a palacio. Se acerco a las puertas del norte y se colo entre los guardias para subir a una de las almenas que protegen esa entrada. Desde arriba podia ver la casa que estaba buscando. Se agazapo entre los muros para que el guardia del otro torreon no la viese. Habia luz en la antigua casa de su hermano. Aun en silencio, se giro para bajar las escaleras. Fue algo rapido, pero sin haberse dado cuenta una pareja de guardias la habian descubierto, y uno de ellos le coloco el filo de la espada en el cuello.

- Mira que tenemos aqui Jess - dijo el guardia agarrandola por el brazo y levantandola de golpe - una rata que pretende saltar por la torre.

El guardia la levanto de la camisa y saco la mitad del cuerpo de Gina por el muro. El miedo recorrio todo su cuerpo y le tenso los musculos. Sin saber bien como fue, empujo al guardia y logro pasar a toda velocidad a traves del otro que protegia la escalera. Bajo los peldaños de la torre de cuatro en cuatro y finalmente, salto por la ventana del primer piso hacia el exterior de la torre. Cayo al suelo de espaldas, lo que la dejo sin respiracion un momento. Los guardias habian dado la alarma y un grupo de estos avanzaba hacia ella desde la puerta norte. Corrio hacia ellos cargando con el hombro hacia adelante, al tiempo que sacaba un cuchillo del cinto con la otra mano. Los guardias se apartaron de la trayectoria dejandole via libre. Aprovecho el momento para aumentar la velocidad de carga y seguir avanzando hasta las casas exteriores de rostow. Llego a la pequeña granja del anciano que tanto habia jugado con ella de pequeña. De un salto paso la valla y se oculto entre el heno.

Pasaron 2 horas cuando decidio salir de su improvisado escondite. Asomo un poco la cabeza a traves de su cobertura y sonrio satisfecha. Salio en silencio, y acompañada por la oscura noche se colo en la casa de hermano. Rebusco por las habitaciones pero no lo encontro. Finalmente, abatida, se sento en la mesa y vio, con sorpresa, una nota clavada con un puñal.

Lo siento hermanita, llegas tarde. Cuidado con los juegos del raton y el gato. Hoy crees que eres el gato que me acecha. Pero quizas sea yo el perro que te arranque el cuello.

Dio la vuelta al pergamino y escribio con letras apresuradas.

No subestimes a esta rata. Mi puñal te cortara tu garganta de perro.

Clavo la nota con su puñal, y cogio el de su hermano. Hecho un ultimo vistazo al interior, y con el mismo silencio con el que entro, se adentro en la noche en direccion a Albor. Eso si, esta vez no se dejaria atrapar tan facilmente.