El fin de las pesadillas

Kurt estaba sentado en la biblioteca, leyendo unas cuantas notas sobre un estudio de polvos de hada escrito por una gran bruja que murió hacía tiempo. A raíz de los descubrimientos hechos recientemente, Kurt se propuso completar el estudio con nuevas notas. Un nuevo y joven brujo que había llegado hacía poco relacionado con la familia Everlee, de nombre Maslaf, ordenaba los tomos de la biblioteca con tranquilidad y buen hacer.

Suspiró y sonrió. Por fin habían terminado las pesadillas. Los valientes de Albor habían conseguido viajar a la Tierra de los Sueños gracias a las profecías y allí habían tenido que enfrentarse a una criatura llamada Lugoth. Por la descripción que le habían dado, incluso dudaba que fuera humano. Además, habían despertado al Maestro herrero Dhomo, confinado en una pesadilla desde hacía mucho tiempo.

Desde luego, la historia que esos valientes habían vivido en la Tierra de los Sueños era material de leyenda, y Kurt esperaba que alguno de ellos escribiera un relato de lo que allí había ocurrido. Seguro que tal relato pasaría a la posteridad, pues poco tenía que envidiar a los mitos de tiempo pasados.