Muerto el perro...

“Las nubes.

Ellas sí, ellas sí se van.

Llegan, se asoman, nos miran, se van. Rumbo a otros horizontes, rumbo a otros lares.

Libres

Pueden ir y venir, ver cosas, contemplar otros amaneceres, otras gentes, otros retos.

Ahí, recortadas contra las almenas, se diría que casi me saludan, que me invitan a seguirlas, a descubrir con ellas. Se diría que el susurro del viento que las empuja es tanto invitación como burla”

- ¿Worti, querido?

El joven dio un respingo. No había oído llegar a su madre, y ésta en el silencio de la torre de la Fortaleza se había acercado hasta poner una mano en su hombro.

- ¿ Te he asustado? - Wortimer se giró y se encontró con los tranquilizadores y hermosos ojos oscuros de su madre - Mi hijo nunca se sobresalta con facilidad… ¿qué te turba? ¿por qué estás inquieto? ¿es por tu decisión? ¿ya la has tomado?

El muchacho miró fijamente a la mujer y exhaló un profundo suspiro.

- No, madre… bueno sí, es decir, he tomado una decisión, he reflexionado, no tengo miedo. ¿Está él en su sala?

- Sí, como cada día, ve...

Wortimer cogió aire, apretó las manos en su cinturón de cuero y con paso decidido cruzó la habitación.

- Hijo - en la voz de su madre bailó una nota de temor- no lo olvides, es tu padre… siempre querrá lo mejor para ti.

- Lo sé, madre - respondió él sin girar la cabeza - siempre lo he sabido.

- Ve entonces – una caricia murió en el gesto inconcluso de la mano que levantó para rozar el rostro de su pequeño. Brunella le vio alejarse y murmuró - Que Alleta te de sabiduría, hijo…

“Sí, siempre, desde hace años, todos lo que he entrenado con él, todos los que me ha contado esas historias de Abuelo y de Bisabuelo, esas leyendas, esas glorias de nuestro linaje secular que de nada valen ya, que en polvo se han convertido, el mismo polvo que se acumula sobre nuestras armaduras, sobre nuestras esperanzas.”

Los dos soldados, uniformados con la librea de la casa Stauton, Aguila negra sobre fondo blanco, le saludaron con la cabeza tras abrir las lanzas y franquearle el paso a la sala de reuniones de su padre.

Lord Brian Stauton frisaba en la cuarentena. Su pelo cortado a cepillo estaba prematuramente cano, sus ojos verdes seguían brillando con resolución. Las arrugas que surcaban su frente fruncida reflejaban preocupación pero también experiencia. Levantó la mirada de los documentos que poblaban la mesa y se levantó al ver a su hijo.

- Wortimer

- Padre

Un incómodo silencio fue el eco de sus dos miradas enfrentadas.

- ¿Y bien, has tomado tu decisión, hijo?

- Sí, padre - Wortimer se mordió el labio inferior - y no, no me voy a casar.

La cara de Lord Brian parecía tallada en fuego bajo el reflejo de las llamas de la hoguera. Sus ojos brillaron pero ni un músculo de su rostro denotó emoción alguna.

- ¿Desobedecerás entonces las órdenes de tu familia?

Wortimer aspiró profundamente y cruzó sus brazos.

- Sí, padre. Sólo tengo 18 años, no quiero enterrar mi vida entre pañales y ataduras dinásticas. Por mucho que convenga a la familia, mi respuesta es no. Los tiempos de los juegos alcoba para fortalecer estirpes han acabado.

- ¿Cómo dices? - Lord Brian entrecerró sus ojos - ¿juegos de alcoba?

- ¡Sí, padre! – El muchacho subió su tono de voz - ¡Os llamáis guerreros, pero no habéis luchado en guerra alguna! ¿Cuál va a ser mi destino, el destino de mi generación? ¿Seguir tras estas pútridas murallas viendo pasar la vida hasta que muramos de asco y aburrimiento? Abuelo me contó cómo fue escudero en la Batalla de las Lágrimas, la familia ha dado durante siglos, de sobra lo sé, seis maestres a la Orden y dos docenas de Paladines, pero ¿qué me va a quedar a mí, sentarme a engordar para mantener nuestros privilegios sin añadir gloria alguna?

- ¿Asco y aburrimiento, niñato? - La voz del veterano noble estalló ahora como un trueno- ¿Qué sabes tú de lo que significa mantener a salvo a miles de personas, alimentarlas, sacarlas adelante, mantenerlas cohesionadas sin que todo arda en el fuego de la revuelta?

- No, Padre, no es eso – Wortimer extendió sus manos en gesto de disculpa- nadie ha dicho que ese trabajo no tenga mérito. Quiero decir que ha llegado el momento de abrirse a otras ideas, a otra época. Nuestro rey Ziban mismo…

- ¿Otra idea, otra época? – El tono de voz de Lord Brian pasó a ser hirientemente despectivo, al tiempo que se acercaba a su hijo, mirándolo fijamente a los ojos, viendo su misma mirada verde de resolución - ¿Qué sabe mi hijo que yo no sepa? ¿Acaso vais a venir a darme lecciones sobre la vida tú y esos críos a quienes llamas compañeros? Aún no habéis matado, aún no habéis desvirgado vuestra primera doncella y ya os creéis hombres…

La ira nubló la mente de Wortimer y abandonó cualquier prudencia. Apretó los puños con fuerza y soltó las palabras como dardos:

- Lo que sucede, Padre, es que tú y los tuyos habéis perdido la hombría, tenéis miedo a lo que haya ahí fuera…

El movimiento fue rápido, seco, brutal. El revés de la mano derecha de Lord Brian impactó en la mejilla de su hijo, haciéndole retroceder dos pasos y caer al suelo, con la sangre que manaba de su cara ahí donde el anillo de oro con la cabeza de áquila había impactado goteando sobre la alfombra blanca.

- ¿Eres tú lo suficientemente hombre como para levantarte y defender tus palabras con actos, hijo? – Lord Brian miró a Wortimer – No, ya me lo parecía.

El joven lamió la sangre que llegaba a sus labios, paladeó su sabor fuerte y metálico, y se incorporó, mirando a su padre con todo el fuego de Thanatos brillando en su mirada.

- Con vuestro permiso, Padre.

Dio media vuelta y se retiró, temblando de rabia e impotencia. Pasó con andar presuroso al lado de su madre, sin mirarla, y se dirigió a su celda. Recogió en una mochila sus escasas pertenencias, recogió su dinero en una pequeña bolsa y sin mirar atrás salió de palacio rumbo al laberinto de calles cargadas de peligro, promesas y cenizas de Rostow.

Cinco años pasaron. Cinco largos años.

- Mi señor…

Lord Brian apartó la mirada del pergamino. No necesitaba casi preguntar, la respuesta se la decía el corazón.

- ¿Él?

- Sí mi señor… se lanzó contra toda la ciudad de Rostov él solo. No pidió ni demandó piedad, murió acribillado a lanzazos y flechazos.

El lord arqueó las cejas.

- ¿Solo? – su voz denotaba extrañeza – Asumo que muriera en batalla rodeado de esa chusma que se empecinaba en defender pero solo… ¿cómo fue?

- Pues… - el soldado vaciló- tal cual os cuento, milord… cargó él solo…

- Así que al final ha muerto solo, qué ironía. Ni su Orden ni sus plebeyos ni nadie. Muerto por los defensores de Rostow, muerto como un intruso, muerto sin gloria ni reconocimiento, muerto como lo que siempre fue, un estúpido. – Una muesca de desprecio se dibujó en su rostro pétreo – No se merecía otra cosa. ¡Guardias!

Dos soldados con la librea Stauton entraron y se cuadraron en silencio.

- Recoged el cadáver de mi hijo y quemadlo en el patio trasero junto a esa absurda capa roja. Fundid sus armas y armadura y que nadie jamás vuelva a mencionar su nombre en mi presencia, que sus cenizas sean arrojadas al sendero y su recuerdo borrado para siempre, nadie fuera de Rostow va a llorar su muerte, no quiero que nadie aquí dentro lo haga.

Tengo que decirlo, con Bois he tenido mis más y mis menos. Pero Ser Wortimer es el personaje al que más cariño le tenía de todos los que corrían por nuestro pequeño mundo. Lamento mucho su final, la verdad. Supongo que a todos nos llega el momento de colgar las armas sea por unas horas, unos días o unas semanas. Sólo espero que no sea para siempre y podamos ver el magnífico rol de Bois en otro nuevo personaje pronto.

Como jugadora novata de rol, espero que uno de mis maestros no me abandone a mi suerte, Bois, con Ser Wortimer he pasado en el juego los momentos estelares de este servidor, aun resuenan las ordenes en la cueva de kestels , o las acusaciones del famoso juicio por libelo.

Tu personaje ha marcado mucho, no deberias permitir privarnos de esa habilidad tuya. Gracias por hacerlo tan bien, te espero en la Torre amigo !!

Mirgrof te verá en el Valhalla!

Una lástima.

Dicen que los suicidios van el oleadas, da que pensar xD.

Gran personaje y una pena, se va a echar de menos a este personaje, para mí el que mejor hacia el papel de noble y verdadero líder de La Orden.