Reflexiones desde la Torre...
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Reflexiones desde la Torre...
El caballero de la sobrevesta hecha jirones y la capa desgarrada miraba desde lo alto de la Torre Blanca rememorando parte de su pasado reciente:
Ser Edward Yubonas, de unos 24 años aproximadamente, segundón de la casa Yubonas, hasta que entro en la Orden. Una Orden con un pasado glorioso que ahora se había visto reducida a un grupo de traidores al culto y a Rostow.
El caballero suspiro mirando al horizonte. - "Thánatos, porque..."-. Dijo en ese suspiro que se entendió como un murmullo.
Ahora Ser Edward era el Maestre de esa Orden, al mando de unos cuantos caballeros y sargentos renegados, enfrentado a una Rostow en pie de guerra por la cual, irónicamente, se había jugado el pellejo innumerables veces. Ahora era tal su poder, el de Rostow, que seria capaz de aplastarlos en el tiempo en que una mosca abate sus alas. Irónicamente también, como habían hecho los bandidos antaño, eran ellos los que organizaban escaramuzas contra los defensores de la ciudad de la Wyverna.- "Al menos gracias a eso sabemos hacerlo bien"-. Reconoció el Maestre.
-"Tiempos desesperados requieren medidas desesperadas"-. pensó el Maestre mientas bebía una copa de vino.- "Al fin y al cabo tenemos tierras que cultivar, muros que proteger y personas fieles a la Orden que les siguieron desde el primer día...-.-¿fieles a la orden?, no seas estúpido"-. Se replicó a si mismo-. "Fieles a la paz de estos muros...".- Se corrigió.
- "Ahora muchos refugiados dependen de mi, he tenido que rebajarme al nivel de los plebeyos y aceptar mujeres en nuestras filas..., que los dioses me perdonen, Thánatos sabe que no hay otra alternativa si queremos salir bien de esta, sin un arquitecto... estamos perdidos."
Cuando bajó por las interminables escaleras de la torre se dirigió al templo dedicado a Manat y hojeó el libro que había en la mesa del templo, todo estaba ocurriendo al pie de la letra, el mero hecho de pensar en que lo que seguía en las siguientes páginas fuese verdad le causaba escalofríos; ¿Quién sería el elegido de Manat?, ¿Hacerle caso a esas locuras era pecado?.- "Déjate de herejías, imbécil".- Se dijo.- "¿Herejías?, ¿no te das cuenta de que tu mismo eres una herejía según el culto?-. Se volvió a contradecir.
Paró de pensar un momento y se percató de que uno de los sargentos lo observaba en silencio, se acercó a él.- Tenemos que hablar...
PD OFFROL: porfavor, si veis faltas o errores de escritura escribidme un pm, que estoy de exámenes y no puedo dedicarle el tiempo que quisiera a esto. De paso, también estaré agradecido a críticas y recomendaciones sobre estilo o mejoras del texto, hace mucho que no escribo cosas así (nunca me ha dado la sensación de hacerlo bien del todo) y estoy demasiado habituado a escribir en formato científico para los estudios. Si encima de pasármelo bien puedo mejorar mi redacción narrativa pues estupendo.
Ser Edward Yubonas, de unos 24 años aproximadamente, segundón de la casa Yubonas, hasta que entro en la Orden. Una Orden con un pasado glorioso que ahora se había visto reducida a un grupo de traidores al culto y a Rostow.
El caballero suspiro mirando al horizonte. - "Thánatos, porque..."-. Dijo en ese suspiro que se entendió como un murmullo.
Ahora Ser Edward era el Maestre de esa Orden, al mando de unos cuantos caballeros y sargentos renegados, enfrentado a una Rostow en pie de guerra por la cual, irónicamente, se había jugado el pellejo innumerables veces. Ahora era tal su poder, el de Rostow, que seria capaz de aplastarlos en el tiempo en que una mosca abate sus alas. Irónicamente también, como habían hecho los bandidos antaño, eran ellos los que organizaban escaramuzas contra los defensores de la ciudad de la Wyverna.- "Al menos gracias a eso sabemos hacerlo bien"-. Reconoció el Maestre.
-"Tiempos desesperados requieren medidas desesperadas"-. pensó el Maestre mientas bebía una copa de vino.- "Al fin y al cabo tenemos tierras que cultivar, muros que proteger y personas fieles a la Orden que les siguieron desde el primer día...-.-¿fieles a la orden?, no seas estúpido"-. Se replicó a si mismo-. "Fieles a la paz de estos muros...".- Se corrigió.
- "Ahora muchos refugiados dependen de mi, he tenido que rebajarme al nivel de los plebeyos y aceptar mujeres en nuestras filas..., que los dioses me perdonen, Thánatos sabe que no hay otra alternativa si queremos salir bien de esta, sin un arquitecto... estamos perdidos."
Cuando bajó por las interminables escaleras de la torre se dirigió al templo dedicado a Manat y hojeó el libro que había en la mesa del templo, todo estaba ocurriendo al pie de la letra, el mero hecho de pensar en que lo que seguía en las siguientes páginas fuese verdad le causaba escalofríos; ¿Quién sería el elegido de Manat?, ¿Hacerle caso a esas locuras era pecado?.- "Déjate de herejías, imbécil".- Se dijo.- "¿Herejías?, ¿no te das cuenta de que tu mismo eres una herejía según el culto?-. Se volvió a contradecir.
Paró de pensar un momento y se percató de que uno de los sargentos lo observaba en silencio, se acercó a él.- Tenemos que hablar...
PD OFFROL: porfavor, si veis faltas o errores de escritura escribidme un pm, que estoy de exámenes y no puedo dedicarle el tiempo que quisiera a esto. De paso, también estaré agradecido a críticas y recomendaciones sobre estilo o mejoras del texto, hace mucho que no escribo cosas así (nunca me ha dado la sensación de hacerlo bien del todo) y estoy demasiado habituado a escribir en formato científico para los estudios. Si encima de pasármelo bien puedo mejorar mi redacción narrativa pues estupendo.
Neonzard- Cantidad de envíos : 260
Fecha de inscripción : 27/09/2009
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