El hombre calavera
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El hombre calavera
No lo entendía. Aquel hombre que le había salvado de su asesino, en quien nunca depositó su total confianza pero al que tampoco tacharía de asesino jamás, ahora era un enemigo buscado por todos y muy peligroso. Astuto, ágil, fuerte, inteligente... era uno de los tantos adjetivos con los que describía Arkantos a Logan, adviertiendo del peligro que suponía este hombre.
<<Porqué Logan... hemos luchado en tantas ocasiones, codo con codo, espalda con espalda. Me has ayudado cuando lo he necesitado pero ahora.... me obligas a atacarte y perseguirte. Si así lo quieres... así será.>>
Incansable, el escudero iba advirtiendo del peligro de esta persona. Enseñaba el candado que había puesto en la forja de la herrería e insistía e insistía en que nadie entrara solo a la forja. Logan le había dicho que tenía otro objetivo todavía, y mientras estuviera suelto se debían extremar las precauciones.
Así pasaron las horas para Arkantos, que continuaba enseñando la puerta con el candado y describiendo a Logan. Haciendo hincapié en que no se fiaran de nadie, que cualquiera podía ser sospechoso... pero demasiadas veces había vivido esta situación y sabía que el hombre de la calavera en la cabeza encontraría a alguien con la guardia baja y volvería a matar. Siempre bajaban la guardia, un minuto, un momento... era más que suficiente para una persona así. El tiempo corría a su favor, cada día todos se volverían más pasivos y perderían el miedo sin siquiera darse cuenta.
El escudero cogió su espada, subió las escaleras que llevaban a la parte superior del muro y aguardó. Aguardó mientras vigilaba a que le llamaran con la noticia de otra víctima que había bajado la guardia... otro despiste... otro "ahora vengo"... pero nunca más volvería.
<<Porqué Logan... hemos luchado en tantas ocasiones, codo con codo, espalda con espalda. Me has ayudado cuando lo he necesitado pero ahora.... me obligas a atacarte y perseguirte. Si así lo quieres... así será.>>
Incansable, el escudero iba advirtiendo del peligro de esta persona. Enseñaba el candado que había puesto en la forja de la herrería e insistía e insistía en que nadie entrara solo a la forja. Logan le había dicho que tenía otro objetivo todavía, y mientras estuviera suelto se debían extremar las precauciones.
Así pasaron las horas para Arkantos, que continuaba enseñando la puerta con el candado y describiendo a Logan. Haciendo hincapié en que no se fiaran de nadie, que cualquiera podía ser sospechoso... pero demasiadas veces había vivido esta situación y sabía que el hombre de la calavera en la cabeza encontraría a alguien con la guardia baja y volvería a matar. Siempre bajaban la guardia, un minuto, un momento... era más que suficiente para una persona así. El tiempo corría a su favor, cada día todos se volverían más pasivos y perderían el miedo sin siquiera darse cuenta.
El escudero cogió su espada, subió las escaleras que llevaban a la parte superior del muro y aguardó. Aguardó mientras vigilaba a que le llamaran con la noticia de otra víctima que había bajado la guardia... otro despiste... otro "ahora vengo"... pero nunca más volvería.
Arkantos Yewin- Cantidad de envíos : 750
Fecha de inscripción : 01/11/2009
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