Sombras de medianoche

Aquel espectaculo no dejaba de ser hermoso y cruel al mismo tiempo. El entrechocar del acero, despertaba en aquella vieja sombra un sentimiento de devoción y alerta que mantenía su cuerpo listo para la acción.
Los cascos de los caballos, sumado al griterío de las voces, agónicas en su muerte, hicieron que pronto un numero cada vez mas elevado de soldados yorath se sumasen a la refriega.
El lugarteniente mantenía a sus dos únicos camaradas unidos en un frente contra un numero cada vez mas elevado de soldados.
El acero ensangrentado y el choque del frio hierro eran un baile que Jude, Stauton y Warren sabían ejercer con hermoso deleite.
Sus gritos de batalla, en contraste con el silencio sepulcral, casi fantasmagórico del soldado Warren, pronto tuvieron que dejar paso a la evidencia de que sus heridas los alejarían de la refriega tarde o temprano …. Pero daba igual … su misión había sido completada con creces.
Bajo el amparo de la noche y la distracción de la batalla, un grupo de sombras se había infiltrado en el nuevo dominio del culto, llamado Rostow.
Sin rostro, sin nombre y leales a la causa presente, las sombras se adentraron según el plan inicial rodeando la muralla este hasta las puertas menos defendidas del norte.
Incluso la tétrica bruja Tania, había sabido mantener el temple y los nervios , arropada en todo momento por una sombra femenina de asombrosa determinación.
Dos pasos por delante una vieja sombra, una intrépida y una joven allanaban el camino a las puertas.
Cada guardia era abatido en silencio, sin emitir sonido alguno. Certeros y precisos.
Sin despertar sospecha alguna el grupo se topo con su primer gran escollo. Los guardias de la entrada norte, mantenían sus ballestas cargadas prestas para cualquier altercado.
Pero las ballestas no estaban hechas para el combate cerrado. Cuando las sombras aparecieron a su espalda, apenas pudieron reaccionar. Llevaron sus manos a sus armas de combate para descubrir que sus fundas estaban vacias … un trabajo exquisito de la sombra intrépida.
Ya faltaba poco, apenas dos calles mas y el grupo entro al completo en los muros de la torre de brujería.
Sin dar orden alguna, el grupo sabia lo que hacer. La mujer sombria y la bruja Tania subieron raudos a la biblioteca. Aquellos documentos debían ser salvados de la ira inquisitoria del culto.
Mientras, los demás vigilaban las puertas o buscaban brujos que deseasen guarecerse en la recién creada cuidad de la torre blanca.
Los segundos se hicieron minutos. El tiempo se dilataba bajo la percepción de la vieja sombra.
Los años le habían dado paciencia pero … la paciencia en ocasiones podía traer la ruina.
Los pasos enlatados se hicieron cada vez mas cercanos. Pisadas de guardia se oian cada vez mas fuerte.
Un soldado yorath, veterano por sus cicatrices, mantenía una mirada de escepticismo que no dejo indiferente a la vieja sombra.
Algo olia. Algo no encajaba. Sus dotes de veterano, las cuales le habían mantenido vivo durante la guerra sin duda le decían que aquella noche … proyectaba sombras mas oscuras de lo normal.
Acerco su mirada atraves dela ventana de la torre en busca de aquello que lo perturbaba. Sin tener que dar orden alguna las sombras habían escondido su rastro … pero no todos tenia la misma experiencia y las mismas dotes para el subterfugio.
La vieja sombra miro desde su escondite a las demás en busca de fallos y …. los Encontró.
No todos habían sabido ocultarse debidamente.
El veterano soldado yorath dio gracias por su intuición a los dioses mientras gritaba la frase que nos condenaría a todos.
“Alto Criminal¡¡”
La cuenta atras comenzaba. Se acabo el sigilo y el subterfugio.
Las sombras, muchas mas de las que el soldado se esperaba saltaron al unisono como arpías carroñeras tras su presa, asestando puñaladas y mandobles hasta que el infortunado soldado dejo de respirar .. pero… su grito no pasaría inadvertido.
Tania bajo las escaleras rauda junto a la niña sombria, en sus manos tenían todos los documentos que habían podido salvar y tras ellas … el brujo sethar les dio el alto.
La vieja sombra miraba el cadáver tirado en la calle, inquieto mientras los brujos discutían sobre el porqué de todo aquello.
La vieja sombra, oculto entre muros de piedra y mármol, miraba entre las calles en busca de lo que sabia tarde o temprano aparecería …
“Tania … rápido ..”
El brujo sethar alargaba la conversación mas de lo debido
“Tania .. convencelo … o vámonos …”
La inquietud se contagiaba como la peste entre las demás sombras.
Por fin el brujo los llevo escaleras arriba en busca de los últimos documentos importantes que debían ser salvados.
La tensión se respiraba en el ambiente, mientras las miradas al cadáver de la calle se hacian mas frecuentes …
“Pero que diablos sucede aquí?”
La voz no pillo de sorpresa a nadie. Lo inevitable había llegado. Un escuadron de guardias a la cabeza de un capitán yorath, entraron raudos en la torre de brujería al ver junto a sus puertas al veterano muerto.
En posición de guardia, los soldados registraron la sala y preguntaron a los brujos sin obtener resultados. En esta ocasión las sombras habían sabido ocultarse a la perfeccion.
Pero los soldados habían perdido a uno de los suyos y no dejarían el asunto hasta esclarecerlo.
En fila empezaron a subir las escaleras …. Aquello no debía permitirse.
Con un suave siseo, un resplandeciente cristal con fuego embotellado se estrello contra las corazas de los soldados.
Las llamas, como amantes lujuriosos, se pegaron a las prendas de los soldados mientras estos gritaban de dolor entre la confusión.
El fuego incontrolable se extendió a los alambiques y los matraces que los brujos tenían entre las mesas provocando explosiones secundarias.
En el caos se desato la batalla. Las sombras entablaron combate entre los gritos asustados de los brujos. El capitán yorath dio la orden de ira y muerte mientras intercambiaba chispazos de mandoble con los agresores sombrios.
Con las manos llenas de documentos y grimorios la dama de sombras y la bruja salieron entre el fuego y los sollozos, alfombrados sus pies entre sangre carmesí.
la vieja sombra, herido en el combate, fijo su atención en que las intrépidas mujeres saliesen raudas.
Confiaba en que sus camaradas supiesen salir por su pie …. Confiaba en que su entrenamiento fuese lo suficientemente bueno como para sacarles de aquel atolladero.
La misión era lo importante.
En el puente, un grupo malherido de refugiados mantenía todavía una encarnizada batalla con soldados yorath ….
La vieja sombra se quedo mirando que todos los infiltrados cruzasen el puente de regreso a casa.
No podía dejar de reprocharse que aunque los documentos ahora estaban a salvo, la misión no había sido la esperada … mas teniendo en cuenta que no todos cruzaron el puente.
La joven sombra no había regresado ….
Había ocasiones , muy escasas, que la vieja sombra sentía cierto cariño por aquellos que le rodeaban, cierta responsabilidad por aquellos a los sus actos y acciones involucraban de una manera u otra.
La joven sombra no había dudado ni un segundo cuando le ofrecieron la misión.
Aquel muchacho ni siquiera había pasado la necesaria prueba de Malfario y ya se había embarcado en una misión de vida o muerte depositando su confianza en aquel viejo de secretos oscuros.
Una sensación extraña invadió a la vieja sombra. Una o quizá dos veces en toda su vida había sentido aquel lejano sentimiento. Culpa? Remordimiento?
La misión estaba cumplida. Era lo importante … pero …
Con una maldición en sus labios, la vieja sombra entre de nuevo en Rostow. Que hacia alli? El había cumplido y estaba vivo, Porque lo hacia?
En esta ocasión eligio un disfraz de sacerdote. Sin disimulo cruzo las puertas fortificas doblemente por el altercado y busco entre los callejones a la joven sombra … nada.
Las calles eran un hervidero de soldados. Con risa falsa la vieja sombra disfrazada saludo a los soldados que se encontraba, mientras sus ojos escudriñaban las sombras en busca de otra sombra …Nada ….
Solo había un lugar en el que no había mirado.
Cerro su capucha y volvió a cobijarse entre la oscuridad de la medianoche.
Bajo los escalones de lo que antaño había sido la gloriosa fortaleza de La Orden.
Sigiloso, sus pasos le llevaron hasta su objetivo.
Tirado en una celda, malherido o quizá muerto se encontraba el joven Revyn …
La vieja sombra apretó la mandibula maldiciendo entre dientes.
Aquel chico ni siquiera había pasado la prueba de malfario …. Y aun asi, había confiado en aquel viejo de secretos oscuros para semejante misión.
Había ocasiones, muy escasas, que la vieja sombra sentía cierto cariño por aquellos que le rodeaban, cierta responsabilidad por aquellos que su actos y acciones involucraban de una manera u otra …. Aquella ocasión era una de ellas.