El Pregonero de Rostow: Había una vez un oso horroroso...

Jordan el Pregonero mayor de Rostow escupió un gargajo de tabaco mascado, se aclaró la garganta y tomó aire. Su clarín resonó como un trueno en medio de la ajetreada mañana deteniendo el paso de los numerosos ciudadanos que abarrotaban la plaza en esa mañana soleada.

“Se hace saber que se convoca a todos los ciudadanos de Rostow, con independencia de su origen, extracto social y profesión, a una batida en los bosques para dar caza a un oso horroroso lleno de pelo horroroso. Especialmente apreciada será la presencia de rastreadores, soldados, escuderos y todo aquel que quiera colaborar en la lucha contra el animal, pero también de curanderos, alquimistas, cocineros y sacerdotes, para cocinar a la presa, reparar a los cazadores o dar un digno funeral a los muertos, así como cualquier juglar que quiera relatar lo acontecido.

Todo aquel interesado en la incursión que se persone en la plaza de Rostow el próximo martes a las 22:30 horas.

¡Larga vida al Rey Ziban!”

Un hurra, mucho más entusiasta entre los jóvenes que entre los adultos, fue el eco a estas palabras, y pronto se formaron corros donde excitados ciudadanos comentaban las nuevas. Sin duda iba a ser algo digno de verse…