Rescate Brujos

El domingo 27 a las 21:50 en Albor para partir. Se ruega máxima asistencia ya que asaltaremos Rostow. Esperad instrucciones en los próximos días sobre el método de asalto.

Itsulen paseando por Albor vió el cartel...

Al fin, los famosos brujos. Que cuenten con mi arco...-sonrió.

Belengol apretó su lanza, asintió al cartel y prosiguió a su puesto de Centinela como todos los dias.

Recibes una carta con el sello lacrado de la Orden de Thánatos.


Informe de batalla y estrategia. Ciudad de Albor, día 31 de verano.


Para empezar aclararé la situación de terreno y numero de enemigos en Rostow; esta situación puede cambiar en unos días de manera leve. Para el rescate se necesitara entrar por el único puente de acceso a Rostow que está custodiado siempre por tres hombres Bellanti, más al menos otros tres situados en el pequeño bosque que precede a las murallas de la ciudad. Una vez en la muralla el grupo deberá avanzar hacia el oeste, caminando entre el rio y la muralla sur de la ciudad, donde recientemente han situado a dos soldados Bellanti justo precediendo a un pequeño recodo de la muralla que gira un poco al norte. Después se llegará a los campos, donde podremos recomponer filas y descansar, ya que esta zona está libre de guardias, tan sólo hay dos guardias en las casas al norte de los campos; una vez el grupo pase esas casas deberemos seguir la muralla al norte hasta llegar a la pared rocosa y girar al este buscando llegar a la puerta principal, se elige esta puerta porque su anchura es considerablemente aceptable para que el grupo pueda atacar uniformemente. Fuera de la puerta no hay guardias, pero justo dentro hay 3, más uno que suele estar en el edificio que hay justo enfrente de la puerta, un poco al sur. Seguidamente deberemos avanzar hacia el este por el pasillo de casas hasta llegar a la torre de brujos, en ese camino podemos encontrar de tres a cuatro soldados más. Es posible que ahora que van a actuar contra los brujos hayan redoblado la guardia cerca de la torre, pero es un riesgo asumible si logramos llegar. El camino de vuelta será el mismo que el de ida y se deberá ir igual de organizados e incluso más por si encontramos nuevos guardias o nos atacan por la espalda. Todo combatiente ha de aprenderse este camino de memoria por si se extravía.

A continuación comentaré la estrategia a seguir en el ataque y avance de las tropas; el Maestre nombrará a un general que será el que comande el ataque, todos los combatientes que acompañen la expedición deberán acatar las órdenes de este general inmediatamente así como las directrices de este documento; también se pensará el incluir un portaestandarte que repita las ordenes en voz alta. Se formará una primera línea con los guerreros más fuertes seguidos del resto de guerreros y arqueros, y por último los brujos en última línea. Habrá un guerrero especializado que atraerá a los soldados de uno en uno para poder abatirlos más fácilmente. Los soldados Bellanti van equipados con armaduras de placas, ballestas y generalmente lanzas o bardiches. Atraer a soldados con ballesta es sumamente complicado por eso habrá que buscar atraerlos usando el cuerpo a cuerpo contra ellos. Si alguno ha de retirarse un poco por estar sufriendo grandes heridas, nunca se retirará hacia adelante o hacia los lados, se retirará hacia atrás por en medio del grupo buscando llegar a terreno ya asegurado. Si se necesita curación se ha de recordar que los brujos no pueden tratar heridas ni vendar si el paciente está tenso y pendiente de la batalla. El avance de la tropa será lento y siempre se avanzará a las órdenes del General de batalla, así mismo la retirada se hará con celeridad una vez se ordene. Nadie se separará del grupo sin permiso del General o de un caballero de la Orden. Una vez en las puertas de la ciudad, habrá que bajarse de los caballos, mi recomendación es dejarlos en el exterior del muro norte que se extiende hacia el oeste de la puerta, vigilado por un par de guerreros si fuera necesario. Mientras estemos en la ciudad no se entrará en ningún edificio y se prestara sumo cuidado con las ventanas, ya que puede haber ballesteros en algún edificio. Una vez allí quizás necesitemos de la habilidad de un cerrajero para abrir las puertas. La retirada se hará por el mismo camino y con extrema precaución a las tropas que puedan llegar, ya que se habrá dado la alarma. Las tropas no se disolverán hasta llegar a Albor y los heridos irán en el centro protegidos por el resto.


Que los Dioses nos den fuerza y valor para lograr nuestro elevado propósito,

Ser Neithan, caballero del escuadrón del fénix de la Orden de Thánatos.

Mientras Neithan caminaba hacia el muro de blanca piedra, se encontró con Elbert, un constructor con el que había hecho cierta amistad, que a menudo solía preguntarle porqué pertenecía a la Orden de Thánatos. Juntos subieron a la parte norte de la muralla y observaron el negro paisaje que se extendía ante ellos, sólo roto por una columa de humo blanquecino que se iba dispersando con el paso de los minutos. El caballero de la Orden relataba las imagenes de aquella noche sin apartar la mirada de la columna humeante: su respiración amplificada por el metal del casco; los gritos del maestre dando las ordenes en batalla; un tajo propinado por el joven Belengol a un guardia bellanti ,que ahora yacía a las murallas de Rostow sin cabeza; su propia espalda contra la de Arkantos cuando avanzaban por la ciudad clamando sangre; el horror de la torre incendiada y sus habitantes muertos; la ferocidad de Ser Gaelan batiendose contra dos soldados mientras unas gotas de sangre resbalaban por su propia cara; el viejo y escurridizo Mormegil deslizandose para encontrar a tres supervivientes; el crepitar de maderos ardiendo a lo lejos; la esperanza dibujada en la cara de un brujo; los inmensos esfuerzos de Tania y Payne por vendar a todos los heridos; el olor a sudor , sangre y barro secos depués de un trabajo bien hecho... las imagenes se iban sucediendo unas tras otras sin orden alguno; a medida que seguía relatando, un brillo nacia en lo profundo de los ojos del caballero.

Mientras , Elbert observaba a su interlocutor con una expresión mezcla de miedo, alegría y asombro dibujada en su cara. Neithan termino de hablar, y mientras el silencio se hacía en la noche entrada de Albor, miró al constructor y con una sonrisa de satisfacción le dijo:

-Creo que ya sabéis por que llevo esta capa colgada en mis hombros.