Desconcertante despertar.

Orald se levanto, como siempre, se desvelo cuando la mayor parte de las personas andaba dormitando por toda la torre. Sin hacer ruido, fue al barril del agua y con ese agua tibia y algo sucia ya se lavo la cara, siempre se lavaba la cara para despejar sus ideas, eran tantas ideas que pululaban flotando sobre todas las aguas que el conocía y aun le quedaban inquietudes por aclarar. Atolondrado con esas horas tan poco peculiares para hacer vida, se coloco la túnica roja que tanto admira, los calzones grises, algo andrajosos y las botas machacadas por el barro duro de días y días sin cuidados. Orald se miro de arriba a abajo, cualquier detalle de su ropa.Vio pequeñas manchas en la túnica de hollín y resina por culpa de sus trabajos con los troncos y de los residuos del hierro fundido, un poco quemada en su manga derecha. Tambien vio varios rotos en los calzones que ya no eran grises, mas bien era una amalgama de todo tipo de tonos grises a negros, daban asco.Y las botas mas valia no ponerselas...en ese momento esbozo una sonrisa y se dijo para sus adentros: Bua,es lo mismo, ya no hay imagen que valga, nadie necesita verte limpio, nadie se va a reir de ti, nada que no sea la esencia de tu espiritu te va a servir en esta ''maldita Torre''. En el fondo me alegro, pero... pero me gustaria recordar mis tiempos en Rostow... estoy seguro que era feliz, no como aqui, en este lugar tan deprimente, sin nada ni nadie, apenas unos cuantos desterrados, creen que la Orden es algo grande. Já, me rio de la Orden, no son capaces ni de organizar a 4 gatos con 3 patas que apenas hacen nada mas que trabajar. Encima... me echan en cara que me dan de comer.¡Yo no elegi estar aqui, ni siquiera se porque estoy aqui!

En ese momento uno de los habitantes de aquella Torre se desvelo apenas unos segundos, farfullando como un viejo verde, quien sabe que estaria soñando, esta claro que Orald habia perdido la paciencia y acabo gritando en una conversacion que mantenia con el mismo. Estaba perdiendo la cabeza, salio, tomo aire fresco en la noche iluminada por la luna llena, sin miedo a los lobos que merodeaban por alerededor fue a la mina y alli mientras talaba volvio a hablar consigo mismo...

Creo que ya se lo que voy a hacer, voy a hacer como hacen todos, hacer lo que me apetezca. Entrenar alguna habilidad e intentar sobresalir en algo, pues yo ya estoy harto de algunos que parecen que viven del morro, simplemente esperando su oportunidad de enriquecerse a nuestra costa, nadie organiza, por mucho Consejo que crean que exista, realmente, nadie organiza nada ni hace nada. O eso es lo que veo, quiza sean las horas a las que yo vivo, pero ni siquiera en la plaza se ve implicacion de nadie.Creo que voy a olvidar que halla ninguna autorizacion en esta Torre y tratare de hacer lo que mejor venga a mi provenir. Orald, olvidate de todo, no necesitas implicarte, se una oveja mas y saldras ganando..

Siguio y siguio hablandose a si mismo, y nada saco de conclusion. Cuando se quiso dar cuenta habia recorrido toda la mina buscando virutas de hierro, tantas virutas consiguio, que no tenia donde guardarlas, hay las dejo para que las cojiera otro... que mas da penso...que mas da. Ya nada sera igual.
Y asi Orald dejo que si destino siguiera, no quiso inmiscuirse, el sabia que todo podria ser mejor, que no habia Orden ninguno, pero el fingio y espero a que todo fuera normal, o al menos eso es lo que concluyo sus pensamientos...

Orald no dejaba de renegar,habia perdido la memoria y la consciencia de su antigua vida,era como nacer de nuevo con recuerdos dolorosos,en un lugar poco hospitalario y segun el al libre albedrio,aires de autoritarismo le rondaban la cabeza.