Luto en la Torre
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Luto en la Torre
El pequeño grupo de guerreros regresó a Rostow sudoroso y ensangrentado. Cojeando y escupiendo sangre, sujetándose las heridas abiertas por puntas de lanza y filos de espada, con los virotes aún clavados en las armaduras, atravesaron en un silencio fúnebre los muros de la Torre Blanca. El Maestre Edward caminaba el primero, no tan erguido como siempre, su cuerpo lacerado y cubierto de sangre, la sangre de sus heridas y las del cuerpo que transportaba sobre sus hombros. El cadáver del Lugarteniente de la Orden de Thanatos, el glorioso Ser Wortimer Stauton, camarada, compañero, amigo y hermano, abatido a las puertas de Rostow hacía escasamente una hora.
Valerie observó los rostros a su alrededor. El de Aleera, lloroso, el de Jude, lívido, el de Zandarus, rígido. Warren, cabizbajo. Violeta... no podía ver su rostro, pero... Se paró un momento, agotada bajo el peso de las pertenencias del caballero. En las puertas, Salomón esperaba quieto como una estatua de cera, e igual de pálido. Valerie le tocó el hombro al pasar.
- ¿Lo habéis traído? - fue su queda pregunta.
Asintió, cansada y dolorida. - Se lo arrancaron de las manos a los guardias... ya lo arrastraban dentro. Nos persiguieron hasta el puente...
Se apoyó en el brazo de Salomón y juntos llegaron a la Torre Blanca. Dentro reinaba un silencio casi sepulcral. En todas las caras, un gesto de incomprensión. El Maestre depositó el cadáver sobre el altar y se retiró ¿parecía más encorvado aún o era solo una sensación suya?
Zandarus se acercó a ella y habló quedo en su oído. Valerie asintió y se retiró al despacho, donde cogió papel y pluma y redactó la siguiente nota.
Con motivo de la trágica muerte del Lugarteniente Ser Wortimer Stauton, se declaran cinco ciclos de luto oficial en la ciudad. Próximamente se anunciará el funeral y se ejecutarán sus últimas voluntades, tal y como él lo explicitó antes de morir.
Firmado, el Consejo.
Valerie observó los rostros a su alrededor. El de Aleera, lloroso, el de Jude, lívido, el de Zandarus, rígido. Warren, cabizbajo. Violeta... no podía ver su rostro, pero... Se paró un momento, agotada bajo el peso de las pertenencias del caballero. En las puertas, Salomón esperaba quieto como una estatua de cera, e igual de pálido. Valerie le tocó el hombro al pasar.
- ¿Lo habéis traído? - fue su queda pregunta.
Asintió, cansada y dolorida. - Se lo arrancaron de las manos a los guardias... ya lo arrastraban dentro. Nos persiguieron hasta el puente...
Se apoyó en el brazo de Salomón y juntos llegaron a la Torre Blanca. Dentro reinaba un silencio casi sepulcral. En todas las caras, un gesto de incomprensión. El Maestre depositó el cadáver sobre el altar y se retiró ¿parecía más encorvado aún o era solo una sensación suya?
Zandarus se acercó a ella y habló quedo en su oído. Valerie asintió y se retiró al despacho, donde cogió papel y pluma y redactó la siguiente nota.
Con motivo de la trágica muerte del Lugarteniente Ser Wortimer Stauton, se declaran cinco ciclos de luto oficial en la ciudad. Próximamente se anunciará el funeral y se ejecutarán sus últimas voluntades, tal y como él lo explicitó antes de morir.
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Valerie- Cantidad de envíos : 130
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