Esto es verídico.

Os voy a contar una cosa, para que veais la pachorra que tenemos los andaluces y la forma que tenemos de tomarnos la vida.

Resulta que esta noche hemos tenido inundaciones. A mi coche le ha llegado el agua hasta casi la ventanilla, lo más cerca que me he podido acercar a él ha sido a costa de llegarme el agua hasta las rodillas. Cuando ha bajado el agua, el barro me llegaba hasta los tobillos (me da a mi que darse baños de barro no es eso). Estaba yo posteando las propuestas de sastreria y tal sin poder hacer nada, pero me asomaba a la ventana y veia los contenedores de la basura y el reciclaje flotando.

Bueno, pues el caso es que deja de llover y claro, salimos a la calle para ver los daños y limpiar y tal. ¿Que os creeis que aparece después de esta situación que os acabo de contar? Os juro que es cierto, ¡aparece una furgoneta vendiendo melones! y encima decia por los altavoces ¡nenas, acercaros que este es el momento, caja de melones a...!. Al final, a pesar de los pesares nos hemos tenido todos que reir, porque vamos, la situación más surrealista no podía ser. Y os juro que es completamente cierto.

Así que no sabiamos si reir, si llorar .... o si comprar melones

Si es que para el buen vendedor, las inundaciones no son un problema: