El tesoro de Hargin

Querido Hargin: te lego el mayor de mis secretos, la posibilidad de adquirir un tesoro sin parangón. Te escribo a prisa, pues mi vida escapa a cada suspiro que exhalo en mi febril estado. Tal es así que solo puedo comunicarme contigo mediante esta carta.
Hace mucho tiempo, un antiguo camarada de aventuras decidió emprender viajes fuera de los limites establecidos, de modo que pudiera ganar dinero con el contrabando. Solía salir antes del amanecer y volver a la medianoche de la semana siguiente.
Sin embargo, tras un mes de dedicar su actividad, desapareció sin dejar rastro durante tres meses. Al cuarto mes, recibí correspondencia suya, que decía las siguientes palabras, que perduran aun en mi mente: Amigo, sabed que estoy en medio de una difícil empresa, pero que si todo sale como lo planeado, me haré mas rico que el mismo rey. Ocultad esta carta a los ojos de los curiosos, pues si os la mando a vos, es como seguro de que si no me pertenece a mi, caerá en en buenas manos.
Si, por algún motivo, no pudiera adueñarme de dicha riqueza, os enviare las instrucciones necesarias para que vos mismo podáis haceros con el.

Sin embargo, la próxima noticia que tuve de él fue mediante una nota suya, recibida a través de un chico que había recibido un par de monedas por entregarme a aquel texto. Este rezaba lo siguiente:

Norte, sur, este y oeste. Recordadlo bien. Norte, sur, este y oeste. Al oeste observado por el Diapasón de las esperanzas. En el sur arrogante del As bajo la manga. Tened en cuenta vuestro norte Y vuestro corazón. Pero en el este no hay nada,

La fuerza, la destreza, y la inteligencia. ¡No olvidéis!. La fuerza, la destreza y la inteligencia. Con vuestra destreza pensad en obrar O actuar. La inteligencia os dota de Fe. Si sois fuerte llegareis hasta el Ventanal.

Solo sabed que las características del cuerpo se escriben antes que las características de nuestra tierra. Recordad, no olvidéis el orden establecido.

Nunca pude dedicar el tiempo que quise a este texto. Siempre pensé que en este acertijo sin sentido, guardarían las palabras mágicas para acceder a su valioso tesoro. Pero ahora muero, y no quiero que muera este tesoro. Por eso os lego mis palabras. Haz buen uso del texto, y de las riquezas si llegaras a poseerías.