El anuncio de Salomon

Salomon, aprovechando el buen tiempo se acercó dando un paseo hasta la plaza, tenia en mente hacer algunos cambios en su trabajo, iba pensativo, los papeles que llevaba en la mano no le hacian mucha gracia, iban un poco en contra de su caracter habitual.....

¡Pero....! pensó, a lo que no tiene arreglo, no hay que buscarselo, solo tomar medidas para que no pase.

Al llegar, vió, como siempre, un grupo de chiquillos en la calle jugando a ser caballeros con sus monturas y todo, sonrió, las ilusiones ayudan a conseguir lo que te propones, se dijo, y se dirigió hacia ellos.

¡ A ver..! Tengo estas monedas, dijo enseñando una bolsa que aparentaba ser pesada, necesito alguien que me haga un trabajillo, dijo riendose al ver las caras sonrientes que miraban la bolsa con ansia.

Saco de la mochila un fajo de papeles que les puso delante de la cara.

¡ A quien me reparta esto por la ciudad le dare la bolsa que llevo!

Los muchachos se pelearon por coger la mayor cantidad posible de los papeles, y como si los impulsara el viento salieron corriendo a repartir lo que les habia dado. Conocian al herrero, y sabían que cuando terminasen Él les estaría esperando, no solo con la bolsa, sino con esos panes dulces que tan bien le salian cubiertos de salsa de frutas, los vió irse y con paso lento volvió a sus quehaceres....ya tendria noticias de ellos, sonrió para si.

Al pasar unas mujeres les entregaron el papel, en el se leía con letra clara escrita a mano:

Salomon el herrero quiere hacer saber a toda su clientela, que, con motivo de la venta en Rostow de piezas de artesania que él no ha fabricado, obrando en consecuencia, a partir de hoy, solo mejorará las artesanias que el gremio en general o Él en particular hayan confeccionado, asi como también, las que hayan sido compradas en las tiendas.
A tal efecto, cuando se compre una pieza y no sea posible mejorarla en el momento, se entregará al comprador una carta dirigida al artesano para que efectúe la mejora que sea necesaria, siempre con la firma del artesano que la fabricó.
Con dicha carta o factura, cualquier artesano del gremio procederá, sin ningún genero de dudas, a realizar en las prendas o armas las mejoras o modificaciones que necesite el comprador.
Firmado Salomon el Herrero. En nombre del gremio de artesanos de Rostow.

Eli paseaba con su apreciado mercenario Leonard, el ocupado de velar por su seguridad desde aquel día… Sigue empeñada en que el azar no fuera la causa de aquello por lo que temía que se volviera a repetir. Al menos con el se sentía un poco mas a salvo, y ya de paso le ayudaba a cargar con algunos de los materiales haciendo mas ameno el trabajo.

-¿¡Por qué tengo que llevar esta armadura!? ¡Es fea, pesada, no huele bien, me estorba al trabajar… y… y…*hace una pausa* no me gusta! *protesta*
- Es por su seguridad mi señora, me ha contratado para hacer mi trabajo protegiéndola y eso es lo que hago, no se le ocurra quitarse la armadura. *la mira serio*

De repente un chiquillo se acerca con un panfleto y se lo entrega a Leonard.
El lo inspecciona y se lo da a Eli. Ella lo lee detenidamente…

- Anda creo que esto me afecta *duda* ¡Uy si se acuerdan de mi y todo, me siento taaan importante! *irónica* Podrían haberse ahorrado tantos adornos y decir directamente:
No mejoramos las cosas que Elisabetta haga.
- ¿Que vas a hacer al respecto Eli?
- Nada, no voy a entrar en su guerra personal… me aburre, seguiré vendiendo mis cosas, comprando materiales e igualando sus precios. Si se entretiene moviendo los hilos de sus títeres que siga así, yo nunca seré uno de sus juguetes. *seria*

Rompe en varios trozos el panfleto y lo tira.

-¡Bueno cambiemos de tema! ¿!Que quieres comer hoy Leonard!? *risueña*