Kaileenah

Nadie le dijo a la que se convertiría en la brujita de verde cuántas cosas maravillosas podría llegar a conocer, estanterías repletas de libros a su alcance que leía con ansia; los paseos por el bosque en busca de plantitas, algunas estaban escondidas pero ella no se cansaba, se quitaba sus zapatitos y con los pies las buscaba risueña; la emoción de crear cosas, el sonido al agitar la mezcla era su canción de cuna preferida; el placer de ayudar, de sanar, de aliviar el dolor ajeno... pero sin duda, los que provocaban en ella tantas sonrisas y tanta alegría eran sus amigos, siempre tan buenos con ella... era imposible negarles una sonrisa, era imposible pensar en no regalársela y al hacerlo otra sonrisa de satisfacción iluminaba su cara. Se sentía plena, todos los problemas tenían solución, la vida era lo más hermoso que tenía solo había que mirarla con el prisma adecuado, lo que no sabía era que la felicidad podría ser más grande, el leñador puso la guinda de su tarta de ilusión y lo amó con toda su alma hasta su último suspiro.

Espero que esté dónde soñaba, junto a Eric y que Ogmio le enseñe todas las cosas que no pudo descubrir entre nosotros.