El nombre de nuestra ciudad

Tras una evaluación y selección de todos los nombres propuestos, el Consejo ha decidido por mayoría que nuestra nueva ciudad llevará por nombre Albor. Aunque estamos comenzando nuestra andadura, creemos que Albor será, gracias a todos los que nos sentimos ya parte de ella, una gran ciudad y un gran orgullo para todos los que contribuimos a levantarla. Es nuestro deseo que en un futuro la ciudad cuente con un puerto, lo cual nos permitirá ampliar nuestras fronteras, nuestra economía y nuestro prestigio. Cuando esto se lleve a cabo, nos gustaría poder llamarla Albor, el Puerto de Marfil.

Jude leyó el comunicado tranquilamente, mientras daba lentas caladas a su pipa.

- Albor... la luz del alba, el comienzo, el principio. Un nuevo amanecer... es un nombre acertado, dadas las circunstancias. - asintió satisfecha, dejando el pergamino extendido sobre el altar, frente a la escultura de Manat. - Aun así no se si me acostumbraré a dejar de nombrarla La Torre Blanca.

Arkantos, que llevaba desde que lo nombraron escudero practicando con la espada en un tronco viejo que estaba dentro de la ciudad, paró unos minutos para ir a beber agua y saciar su apetito. De camino a la Torre vio un cartel en el que se comunicaba el nombre de la ciudad. Había varios ciudadanos comentando dicha elección a los que el nuevo escudero tuvo que pedir permiso para poder leerlo.

- Albor se llamará... sea así - miró al cielo, se secó el sudor de la frente con las nuevas mangas de metal, lo que hizo enrojecer la piel de su cara, y se marchó a por algo de comer.